Si te encuentro en una cama, con la espalda erguida y las piernas abiertas.
Y me acerco y me siento de frente, con mis piernas abrazándote la cadera. Y mi cara pegada a tu cara, aguantando la necesidad de pasarte la lengua por la boca.
Si nos encontramos así y vos tenés una mano apoyada en la cama. ¿Qué hacés con la otra?
¿Me agarrás de la cintura y acomodás más cerquita nuestros cuerpos? Aprovechás el pelo que cae sobre mi espalda y te enredás la mano para poder tirar sin que duela y me entregue confiada en tu manejo. O me tocás la cara, me leés en braile, jugás asociando un sonido a cada movimiento.
Yo ya sé lo qué haría si esas fuesen mis manos y ese fuese tu pelo.
hermoso….
♥ Gracias por la visita.